Con el desgaste que le habían infligido en sus piernas el desgaste de 170 kilómetros bajo el sol abrasador del caribe, Nelson Soto tuvo las suficientes fuerzas para jugar al todo o nada e imponerse al sprint para hacer historia en el ciclismo colombiano, proclamándose nuevo campeón Panamericano de ciclismo de ruta.

Soto, un barranquillero que se ha consagrado como uno pedalistas de mayor proyección en Colombia. Su velocidad y condiciones de rematador lo han transformado en ganador de diferentes pruebas en el país, en la especialidad de las metas volantes.

Estas virtudes le valieron ser  llamado como parte del elenco nacional para el Panamericano de ruta, que se disputó en República Dominicana, en la ciudad de Santo Domingo. Soto llegó como un gregario y terminó como el campeón continental.

“Estoy muy feliz, muy contento del triunfo. Desde el primer momento que supe que iba a estar con la Selección Colombia en estos Panamericanos fue motivo de orgullo, es un honor de representar a mi país en un evento internacional. Ahora con el resultado pues ya te puedes imaginar lo contento que estoy”, explicó la ‘bala currambera’ a Zona Cero, pocas horas después del triunfo.

Llegó como gregario

Decir que Soto era el favorito para el triunfo, es una mentira. De hecho, llegó al equipo como asistente para los intereses del embalador principal del equipo nacional, el antioqueño Sebastián Molano, estrella para los finales con punta de velocidad y que destaca en Europa con el Team Manzana Postobon.

Sin embargo, esto no le cortó las alas para soñar. En su cabeza siempre supo lo que tenía en las piernas. Que debía mantenerse enfocado en la carretera y cumplir bien su rol, pues era la única forma de aprovechar las oportunidades.

“Sabía que tenía posibilidades, pero estábamos trabajando inicialmente para Sebastián Molano, que corre en Europa con su equipo. Es un gran sprinter. La idea principal era trabajar para él, controlar la carrera lo más que pudiéramos y llegar a embalaje para que él disputara el triunfo”, señaló.

Las órdenes estaban más que repartidas. Junto a sus compañeros tenía que controlar la carrera, prevenir todas las fugas posibles e igualmente proteger a Molano del recurrente viento de costado que golpeaba a los pedalistas durante la jornada.

“El recorrido era plano, con algo de viento en el circuito, lo que le daba dificultad. Lo más difícil fue controlar la carrera la mayoría del tiempo. Colombia es una potencia mundial en el ciclismo y todos corren a la expectativa de lo que hagamos y a veces toca trabajar en contra de todos”, describió Soto, quien hace parte del equipo Coldeportes-Zenú-Claro del ciclismo profesional colombiano.

Embalaje al título

Su misión fue un éxito, pues al llegar al kilómetro final Molano y él se encontraban en la punta junto a los demás favoritos a disputar el título. Para asegurar la victoria. Soto tenía que ponerse frente a su compañero y acelerar a fondo para ‘lanzarlo’.

Así Molano sólo tendría lanzar el envión final para sentenciar el título. Sin embargo, las cosas se salieron de control en el último instante y el trabajo realizado por más de tres horas durante la carrera por poco se fue al traste pues el antioqueño quedó ‘encerrado’ por un rival.

“En los últimos metros, que yo lo estaba lanzando, vio que todos se quedaron con él y yo seguí con el impulso. Seguí derecho”, recordó Soto con una asombrosa claridad de una determinación que definió la suerte de Colombia en tan solo unas fracciones de segundo.

Soto se inclinó sobre la bicicleta y observó como el mexicano José Aguirre se emparejaba con él para disputar el triunfo final. Todo se definiría por centímetros. Un cuarto de rueda dio el premio al barranquillero.

“Vi la meta y ví que habían posibilidades y me lancé con todas las fuerzas. Gracias al trabajo de todo el equipo me pude alzar con la victoria”, cerró el nuevo campeón Panamericano, el primero de Colombia desde el 2013.

Soto ahora se centrará en sus compromisos con su equipo y esperará las convocatorias para los Juegos Bolivarianos de Santa Marta de este 2017 y Centroamericanos de Barranquilla del 2018.